Uno de mis sueños desde la infancia era ser peluquera, jugaba con mis muñecas e incluso peinaba y pintaba las uñas a mis perros ... Fui creciendo y cada día me atraía más la idea de poder cambiar la imagen a las personas con mis manos y poder hacerlas un poquito más felices con su apariencia.

Mi madre me contaba anécdotas en sus inicios en el mundo de la peluquería donde ella tan bien se abrió camino durante algunos años, fue estudiando y ampliando su formación.

Todo eso hizo que poco a poco fuera apasionándome por la profesión y fue entonces cuando decidí mi futuro. Tenía claro que mi vocación era la peluquería.

Hoy después de 17 años ejerciendo, y 9 de ellos como propietaria, quiero destacar con gran ilusión el proyecto en el que nos hemos sumergido, trasmitiendo un sitio de confianza, acogedor, bienestar y gran conocimiento de las técnicas en tendencia del mercado.

Me defino como amante de la peluquería en todos sus ámbitos, creativa, cercana con la gente y con gran ilusión de seguir aprendiendo para darles a todos nuestros clientes lo mejor.